Todos tienen miedo, la total ausencia de miedo es un signo de un trastorno mental. Sin embargo, el temerario es capaz de superar su miedo en nombre de algunos negocios, y el miedo siempre es un cobarde. ¿Por qué se condena la cobardía? Esta pregunta fue formulada por muchos escritores. Creo que esta es la debilidad de un cobarde, que es vergonzoso no tratar de superar.
Boris, el héroe del drama A.N. Ostrovsky "Thunderstorm", a primera vista, se distingue de los habitantes de la ciudad: vestido con traje europeo, educado, sabe hablar con fluidez. Sin embargo, en el alma de esta persona acecha el mismo miedo que todos los demás. Tiene miedo de su tío Wild, la opinión pública. Es por eso que Boris tenía miedo del amor de Katerina: no puede aceptar reuniones secretas, engañando a su esposo y su suegra, la situación "todo es posible, si solo está cosido" es aborrecible para ella. Ella se entrega por completo al amor pecaminoso, preparándose para responder por una breve felicidad. Boris temía la responsabilidad, la condena y las sanciones económicas de su tío. Resultó ser cobarde y débil, y estas cualidades empujaron a Katerina, que no encontró ningún entendimiento, a suicidarse. En este ejemplo, la cobardía se condena porque causó que una persona sufriera.
La cobardía de Boris acortó la vida de Katerina, pero la cobardía en una guerra puede matar a miles de personas. Zherkov, el héroe de la novela épica "Guerra y paz" L.N. Tolstoi, estaba unido al cálido lugar del ayudante Bagration. Aquí divirtió a todo el cuartel general, se burló de los jefes e hizo una mueca. El trabajo es sin polvo, pero auspicioso en términos de carrera. Y en el momento decisivo, el ayudante se congeló, durante la batalla de Shengraben no pudo obligarse a pasar por debajo de las balas para transmitir la orden de la retirada. Muchas de las baterías de Tushin y la compañía de Timokhin murieron cuando fueron cortadas por el enemigo, pero fueron fieles al juramento y lucharon hasta el final.
Ser un cobarde no solo es vergonzoso, sino también peligroso. Además, este peligro no es personal, sino público, por lo que esta cualidad debe erradicarse en sí misma, porque no se sabe cómo puede responder nuestra cobardía en el futuro.