La niña de seis años Nadia está enferma, según el Dr. Mikhail Petrovich, "indiferencia a la vida". La única forma de curarla es animarla. Pero la niña no quiere nada y cada día se debilita.
Entonces ella miente todos los días y noches enteras, tranquila, triste. A veces se queda dormida durante media hora, pero en un sueño ve algo gris, largo, opaco, como una lluvia de otoño.
Un día ella pide un elefante. Media hora después, papá le trae un "juguete hermoso y caro": un elefante gris, que agita la cola y sacude la cabeza. Pero la niña quiere lo real, no el juguete. Entonces papá va a la casa de fieras y le ruega al maestro alemán que deje que el elefante de Tommy vaya a su casa. Habla de su hija enferma, y el dueño de la casa de fieras permite que se visite al elefante.
Por la noche, el elefante es llevado a la casa.
Con una manta blanca, camina importante por el centro de la calle, sacude la cabeza y luego gira, luego desarrolla un tronco.
Para atraerlo al segundo piso, papá compra un pastel de pistacho. Por la mañana, le dicen a Nadia que el elefante ha llegado, está siendo alimentado y llevado al elefante en una silla de ruedas. La niña no le tiene miedo al elefante, toman té juntos: la niña bebe té, el elefante - agua azucarada con panecillos. Nadia le presenta las muñecas a Tommy, le muestra un libro ilustrado. Los amigos almuerzan juntos. Por la noche, Nadia no arranca al elefante, se duerme a su lado.
Esa noche, Nadia sueña que se casó con Tommy y que tienen muchos hijos, pequeños elefantes pequeños y divertidos. El elefante, que fue llevado a la casa de fieras por la noche, también ve en un sueño a una niña dulce y cariñosa.
Por la mañana, la niña se despierta llena de vida, se entera de que el elefante se fue y la llamó para visitarla, y le pide que diga que ya está completamente sana.